jueves, 29 de abril de 2010


"CAÑON DEL SUMIDERO"


En el embarcadero de Chiapa de Corzo o en el de Cahuaré, un balneario a orillas del río, se abordan las lanchas que realiza el recorrido por el cañón. Es un viaje por uno de los lugares más espectaculares de México y de profundo significado para los chiapanecos. Aparece en el escudo de Chiapas pues fue escenario de la batalla entre españoles y chiapanecas que dio origen a la leyenda que cuenta que los indígenas prefirieron lanzarse a las profundidades del cañón antes de ser sojuzgados por los invasores. El triunfo Español motivó que Carlos V otorgara a la capital de la provincia, la actual San Cristóbal, el escudo que ahora pertenece a todo el Estado. Recorrer el cañón requiere un atento sentido de observación pues el interés no sólo reside en la formación geológica sino también en la fauna, la flora y la arqueología. Desde el punto de vista geológico, se trata de una serie de fosas que a partir de su apertura original, en el agua a erosionado con el paso del tiempo. Su forma actual se empezó a modelar hace por lo menos 12 millones de años.

A lo largo del Sumidero, es posible apreciar los estratos sedimentarios que constituyen sus paredes, las cuevas y las cascadas que se han marcado su forma pétrea derivada de la disolución de las calizas. La mayoría de las cascadas son temporales; entre ellas destaca la conocida como "Arbol de Navidad".

La vegetación es riquísima y varía según las condiciones de humedad, exposición al sol y tipos de suelo. En cuanto a la fauna, son abundantes las aves pero también se puede llegar a observar algunos ejemplares de monos y cocodrilos. A la entrada del cañón, escondidos entre los árboles, yacen los restos de un centro ceremonial chiapaneca, tal vez dedicado a Mandanda, la diosa del agua, que posiblemente fue uno de los escenarios de la conquista.

Hay versiones diferentes acerca de las dimensiones del cañón. En el caso de su longitud, varían de 13 a 22 km, en función de lo que se tome como punto inicial y final. Lo mismo ocurre con su anchura, que va de los 200m al nivel del agua a los 2 km en la parte más alta. Más controvertida es la altura máxima, que según los libro varían entre 700 y 1400 m. Después de la construcción de la presa Manuel moreno Torres y el aumento consecuente del nivel de las aguas, se puede afirmar que la altura máxima de las paredes difícilmente sobre pasas los 800 m.

Es posible también conocer en automóvil el Parque Nacional, por una camino pavimentado que parte de Tuxtla Gutiérrez hacia cinco miradores, La Coyota, El Roblar, El Tepehuaje y los Chiapa, este último a 22 km de la capital. La visión desde lo alto y una vegetación rica y cambiante hacen muy diferente la experiencia de la visita terrestre.

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